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LUCHAR POR LO QUE REALMENTE QUEREMOS MORIR SIENDO

Año 1 , Número 125

   
   

   
   

En un mundo tan acelerado como en el que vivimos, en donde todo gira alrededor del tiempo, en donde ya no hay más que un encierro de nuestras vidas entre muros de concreto, vemos pasar la vida casi de manera inadvertida. Los días pasan y pocos son los momentos en los cuales podemos reflexionar y pensar si esta vida, sin sentir, es realmente lo que deseamos vivir.

Por: María A. Palacios


Desde que nacemos, los padres, la familia y la sociedad van diseñando, a través de los años, lo que debemos ser, lo que debemos desear, lo que debemos tener y hasta lo que debemos considerar como felicidad. Todo ello como parte del proceso de nuestra identidad.

Pero de pronto, nos damos cuenta que todos esos deseos que hemos adoptado como propios, en realidad no nos llenan, no nos hacen sentir satisfechos de nuestras vidas, de lo que somos.

Reflexionamos por un instante y pensamos si realmente somos felices, si hemos luchado de verdad por lo que hemos querido, o sólo somos uno más de todos aquellos frustrados, que aparentan una vida “feliz”, pero que en realidad nunca han hecho lo que han querido.

“Feliz”, es una palabra que todo mundo utiliza para autodefinirse, pero honestamente, ¿lo somos de verdad o sólo aparentamos serlo?. Porque aún y cuando no se pueda ser absolutamente feliz, lo importante del asunto es tratar de serlo.

Nuestra vida cotidiana, nos hace aveces conformarnos, nos hace dar pretextos para no intentar nuevas formas de vida, nos aleja cada vez más unos de otros, pero lo que es peor, nos lleva a creer y a aceptar que así es la vida y que así se tiene vivir.

Nos consolamos creyendo en lo que nos depara el destino y en que si por algo suceden o dejan de suceder las cosas, es porque así tenía que ser. ¡Pero no!, existen muchas situaciones que está en nuestras manos resolver, reconstruir, volver a empezar, etc., pero por una cosa u otra decidimos no hacerlo.

Y después, solemos cuestionarnos: ¿ por qué sentimos que algo falta en nuestras vidas o por qué el éxito profesional y económico no nos llena?. Será tal vez porque las cosas más simples del vida son las que le dan sabor a ésta; pero no las vemos o pensamos que no nos hacen falta y así vamos caminando por la vida día con día, casi sin sentir, sin pensar, sin creer. Tan sólo tratando de demostrarnos a nosotros mismos cuan exitosos y felices somos, aunque en el fondo, solo lo estamos deseando.

Es necesario detenernos un poco y darle tiempo y lugar a cuando menos uno de todos esos deseos, que hasta ahora sólo han sido eso: deseos. Dejemos de darle tanta importancia a lo que los demás piensen y opinen de nosotros y tratemos de ser auténticos, porque sólo así podremos alcanzar lo que queremos.

Tengamos claro y muy presente que imitando sólo estamos reproduciendo una felicidad que nos es ajena, que definitivamente no tiene nada que ver con lo que cada uno considera ser feliz.

Por ello, y como individuos pensantes y libres tratemos de forjar un futuro digno en el que nunca se olvide que somos seres humanos independientes y no máquinas “globalizadoras “ de ideales y creencias. Démonos la oportunidad de luchar por lo que realmente queremos morir siendo, porque hay que acordarnos que sólo hay una vida para hacerlo y esa vida, es ésta.

   
     
   
       
  

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